Con la entrada en vigencia de la Ley 21.015, la credencial de discapacidad adquirió una importancia fundamental; sin embargo, dudas como dónde y cómo tramitarla, podrían obstaculizar un proceso simple y que representa un apoyo para las personas con discapacidad.
La credencial de discapacidad es un documento individual de las personas que están inscritas en el Registro Nacional de Discapacidad y contiene la características de su discapacidad y la necesidad o no de posterior reevaluación. Es un trámite gratuito y puede realizarse en cualquier momento del año.
Hasta antes de la entrada en vigencia de la Ley 21.015, el Servicio Nacional de Discapacidad (SENADIS) tenía el registro de que sólo alrededor de un 5% de la población con discapacidad tenía credencial; sin embargo, este documento no solo es una exigencia para las empresas que contratan trabajadores con discapacidad bajo esta Ley, sino que además es una forma de conocer la cantidad de personas con discapacidad en nuestro país, lo que permite generar políticas públicas que den respuesta a sus necesidades y requerimientos.
Uno de los principales motivos que explica la baja cantidad de personas con discapacidad que tramitan la credencial, son algunos mitos que se han ido formando en torno a la misma, siendo uno de los más recurrentes, el temor a formar parte de un registro de conocimiento público en el cual cualquier persona tenga acceso a información confidencial. Lo cierto es que el trámite es voluntario, seguro y en la actualidad accesible, pues puede realizarse de manera virtual con clave única, o de manera presencial en las oficinas del registro civil con la cédula de identidad vigente.
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