Transición a la vida adulta: claves para enfrentar esta etapa.

Es una de las etapas más difíciles que describen las familias de personas con discapacidad. Interrogantes como ¿estará preparado para salir solo? o ¿sabrá resolver un problema si les sucede algo estando fuera del hogar? son algunas de las interrogantes que enfrentan madres, padres y cuidadores.

Suele denominarse así a la etapa que viene inmediatamente después a la finalización del colegio. La transición a la vida adulta, está marcada por múltiples desafíos pero también de oportunidades, pues es una etapa en la cual quienes la experimentan, desarrollan de manera más significativa la exploración vocacional, la autonomía y la toma de decisiones.

Saber si quiero estudiar, qué quiero estudiar, en qué me gustaría trabajar, qué quiero hacer más adelante, etc., son las posibles interrogantes que pueden aparecer en este período. A su vez, las familias también experimentan este proceso con sus propias interrogantes, miedos, aprensiones y también expectativas.

En definitiva, la transición a la vida adulta es un proceso altamente complejo, pues las decisiones que se tomen pueden tener mucha relación con la vida a futuro. Es por esto, que acompañar a las personas con discapacidad y sus familias es fundamental, a través de iniciativas, programas o espacios que cumplan con algunos aspectos como:

• Promover la independencia y autodeterminación en las personas con discapacidad.
• Acompañarlos en la exploración de sus intereses y necesidades.
• Dar herramientas concretas a la familia acerca de cómo apoyar a sus hijos en este proceso, sin desconocer sus propias inquietudes en torno a esta etapa.
• Entregar estrategias, conocimientos y habilidades a las personas con discapacidad para enfrentar de la mejor manera posible el escenario que viene, por ejemplo, estudiar, trabajar, tener un emprendimiento, etc.

 

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