Una gran cantidad de ideas y prejuicios suelen rondar el concepto de discapacidad intelectual, sin embargo, esas ideas no siempre se ajustan a la realidad.
Según la AAIDD (American Association on Intellectual and Developmental Disabilities) y su última definición publicada en 2021, "la discapacidad intelectual se caracteriza por limitaciones significativas tanto en funcionamiento intelectual, como en conducta adaptativa, tal y como se ha manifestado en habilidades adaptativas, conceptuales y prácticas. Esta discapacidad se origina antes de los 22 años"; sin embargo, ¿cómo llevamos esta definición a la práctica?
La conducta adaptativa se refiere al conjunto de habilidades conceptuales, sociales y prácticas, que una persona adquiere y utiliza a diario. Las habilidades de carácter conceptual, son aquellas relacionadas con lo más "académico", como la lectura, escritura u operaciones matemáticas. A su vez, lo social se refiere a las habilidades que se ponen en práctica al interactuar con otros, es decir, el conocimiento y uso de normas sociales, la comunicación, etc. Finalmente, las habilidades prácticas son aquellas que están relacionadas con las actividades de la vida diaria, como la gestión del tiempo libre, el manejo del dinero, habilidades necesarias para llevar a cabo actividades de higiene, alimentación, etc.
Cabe destacar que si bien las personas con discapacidad intelectual, presentan necesidades de apoyo en estas áreas, eso no es significado de que sea en todas o que no puedan desenvolverse de manera satisfactoria en estos ámbitos, pues pueden perfectamente desempeñarse de manera exitosa en un trabajo, manejar dinero, andar solos en transporte público, resolver problemas, etc., lo importante, es saber cuándo y en qué medida requieren dichos apoyos, pues estos pueden ser intermitentes o requerirse solo en situaciones o momentos específicos.
A lo largo del tiempo, ideas como: "son flojos", "no pueden estar solos" o "nunca podrán trabajar", se han ido fraguando como realidades inamovibles; sin embargo, la misma definición de discapacidad, y la evolución que ha tenido a lo largo de la historia, nos muestra un gran dinamismo en su construcción, dejándonos ver que esta no es una condición estática o rígida, sino que experimenta múltiples transformaciones, siendo necesario acompañar dichas transformaciones con la flexibilidad que exige interactuar con personas, personas que cambian, aprenden y tienen diferentes necesidades durante toda la vida.
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